martes, 23 de enero de 2018

De cómo la melancolía aparece sin esperarlo

Parece ser que si no encuentro dentro de mí un sentimiento más allá de la felicidad me cuesta escribir, como si las musas solamente apareciesen cuando algo roto me desgarrase desde dentro de mi ser, y hoy es uno de esos días que aunque esté feliz la melancolía hace su aparición  y me hace re-sentir, re-pensar y recordar muchos momentos diferentes colores y me doy cuenta que en ocasiones me descubro echando de menos tantas cosas y a la vez ninguna, preguntándome qué podría haber sido si se hubiesen podido hablar las cosas, si hubiese habido más comprensión o tal vez en mi caso menos suicidio emocional, porque, para que engañarnos cuando yo amo, lloro, rio o sufro lo hago hasta el final, hasta que una parte de mi decide que ya no puedo más, es entonces cuando algo hace click dentro de mi y sigo adelante, no sabría explicar cuál es el momento exacto en el que ocurre todo eso, pero me pasa.
Echo de menos los paseos hasta las tantas de la mañana o cualquier día entre semana, tirarme horas enganchada al teléfono intentando resolver el mundo, echo de menos las discusiones, las cocochas de mi abuela, los sábados y domingos comiendo en su casa, echo de menos las formas geométricas (algo muy de mi padre), echo de menos discutir con gente que veía el mundo desde el otro lado de la montaña,los festivales de música, echo de menos un libro que me deje enganchada, echo de menos quemar las noches y acabar a oscuras en una carretera secundaria,echo de menos los chupachuses, los dibujos, las leyendas, echo de menos la cerveza y las persecuciones por el expomanga, echo de menos el escaparme de Aluche  a escondidas, los campamentos,las charlas sobre bdsm, los fanfics,las vigilias, las marchas por el campo, echo de menos la conexión instantanea con la tierra, a Neruda, a Blas de Otero, echo de menos los churros en la piscina, los viajes al fin del mundo, las paradas en medio de un pinar a ver las estrellas, echo de menos dejarme caer, ir a ciegas, sentirme firme sin ver, los bailes, las comidas... Echo de menos muchas cosas de las cuales en su momento hubiesen sido arregladas con una charla, con un abrazo, o quizá hubiesen terminado en una discusión increible, echo de menos otras tantas que no podrán volver.
Se han perdido, o solo eran una parte del camino sin embargo no puedo evitar sonreir al pensar en todo lo que he vivido y lo bien que me lo he pasado a pesar de algo de drama que lleva vivir.
También doy las gracias por los que han aparecido y por los que han llegado, creando nuevos momentos irrepetibles que más tarde recordaré, por seguir abrazandome a pesar de todas las fallas, por seguir escuchando, y caminando conmigo.

Sigo teniendo que cumplir muchos propósitos y cada vez me rindo menos, sean bienvenidas las nuevas canciones, los nuevos caminos y las nuevas metas. Seguimos avanzando.

"Gracias por el ayer,
aunque hoy no estés conmigo,
todos vuestros dragones
siempre me acompañarán a mi destino"


Ayre "La melancolía es un licor bien caro, no te has dado cuenta, ya te ha emborrachado"