jueves, 19 de marzo de 2015

Ayre



Sonrisas de acero,
recosiendo el corazón
abrazos a un alma inquieta
que por fin sintió el calor.


La fuerza acaricio sus manos,
el fuego ardió en su corazón
la respiración asistida se la quitaron,
vuelvo a ser yo.

Rompiendo los barrotes,
desquebrajando la sinrazón
bebiendo a golpes de locura
sal y azúcar,
sin temblor.


La mañana besaba su mirada,
y el sol la desentumeció
y con un beso en sus labios
la carcajada brotó.


Se encontró en el abismo
y su imperio forjó,
se encontró donde no había  nada
y cual ave fenix voló.

Cariño, abrazos, dulzura,
sexo, sonrisas, tesón,
cabezoneria, intensidad,
no son más que palabras,
palabras de lo que soy.