que las paredes te abrazan, esta claustrofobia absurda del yo,
quizá sienta con demasiada fuerza los latidos rebotando en mi cabeza,
o puede que la locura ya haya hecho su triunfal aparición.
Puede que no quede nadie más para verme en este teatro,
pero como siempre y es sabido por todos que solo he actuado yo,
puede que entre bambalinas quede el último tropiezo y termine la función.
Quizá solo quiera eso, que termine con un disparo certero directo al corazón,
pero ¿reconocer que tan solo siempre he sido ruinas?
¿qué empecé a construir y finalmente todo se derribó?
se repite sin cesar, directo al corazón.
Tan solo queda volver a empezar,
tan solo queda dejar de suspirar,
tan solo quedan, tan solo quedan...
Las ruinas y volver a comenzar...
Tic, tac, tic,tac...